# 83 / Primer Mundo: La serie de Fito Páez en Netflix

El amor después del amor Temporada 1. Micaela Riera como Fabiana Cantilo, Iván Hochman como Fito Páez. Cr. Julieta Horak/Netflix © 2022

Lo peor que puedo decir sobre El amor después del amor, la serie sobre Fito Páez recientemente estrenada (y devorada por muchos de nosotros) en Netflix (una producción de Mandarina Contenidos), es el nombre en inglés de la serie: “Love After Music” (“El amor después de la música”; WTF). ¿Qué carajo significa eso? ¿Que el amor es menos importante que la música? ¿Que el amor llegó después que la música? ¿Que el amor persigue a la música? Un misterio, y no sé de quién fue la idea. Quizá “Love After Loving” hubiese sido más cercano a la idea original del discazo, pero whatever

Lo que sí puedo gritar a los cuatro vientos es que todo lo demás de la serie es de primera: las actuaciones, el casting, la música, la edición, el buen gusto para cubrir una etapa extremadamente trágica en la vida de Fito, TODO; especialmente para aquellos rioplatenses afortunados que fuimos adolescentes en los ’80 y “descubrimos” a Fito cuando nos llegó una copia de Tiempos difíciles (1982), el espectacular debut de Juan Carlos Baglietto. Cuando vimos la contratapa del disco y notamos a un tal Fito Páez de perfil, todos gritamos al unísono: “¡Es igualito a Charly [García]!” Al ver, además, que cinco de esos 10 temazos habían sido escritos o coescritos por Fito, sospechamos que ese tal Fito era uno de esos talentos que surgían muy de vez en cuando. Pero la única que pronosticó al instante lo que iba a pasar con él fue la legendaria Gloria Guerrero en las páginas de la revista Humor Registrado, en ocasión del “Rosariazo” del ’83 en Obras Sanitarias, cuando Fito todavía no había lanzado su primer disco:

“Fito Páez es el tipo más talentoso que subió a ese escenario. Entre todos los demás, Fito sobresale musicalmente llevándole la cabeza de altura que les lleva en la realidad física. A lo largo de su carrera (que estimamos larguísima y productiva) probablemente siga con su temática actual o tal vez pase por algún otro estadio de evolución. Cuenta con sólo 20 años, y tiene todo el tiempo para cambiar o no, según le venga en gana. Pero apuesto a que todo lo que haga será de nivel”.

Cerrá y vamos.

No me voy a poner a “analizar” o criticar eruditamente la serie, porque no puedo ni quiero (este es un blog que actualizo una vez cada muerte de obispo cuyo nombre empiece con equis, o cuando algo me gusta mucho o me irrita mucho). Paren de leer, véanla y no rompan. Sí quiero mencionar algo por el lado de los actores. Podría mencionarlos a todos, porque no hay uno solo que no me haya gustado. Pero no puedo obviar a estos:

Joaquín Baglietto como su padre, Juan Carlos Baglietto. (Cortesía Netflix)

Ni bien “Baglietto” apareció en escena, mi esposa y yo saltamos gritando “¡es igual!”. Pero cuando arrancó con De regresoooooMirtaaaa…”, directamente nos caímos de culo y fuimos inmediatamente transportados a 1982. Joaquín ES Juan Carlos.

Gaspar Offenhenden como Fito de chico. (Cortesía Netflix)

Gaspar (Fito de niño) tiene lo que pocos actores logran: ese minimalismo que le permite transmitir todo solamente con los ojos.

Martín Campilongo como Rodolfo, el padre de Fito. Un papel más complejo de lo que parece a simple vista. Aprobado. (Cortesía Netflix)

El amor después del amor, Temporada 1. Andy Chango como Charly García. Cr. Julieta Horak/Netflix © 2022

Chango está casi perfecto como Charly: entra en escena y ves a Charly. La actuación y el maquillaje, impecables. Vocalmente, sin embargo, está mucho más cerca del Charly actual que del Charly de la época, y eso me rompe un poco las pelotas. Charly nunca fue un gran cantante, pero en la parte más importante de su carrera siempre fue un gran cantor con un timbre agradable. No es el caso en la serie. Dicho esto, Chango la rompió.

Julián Kartun as Luis Alberto Spinetta. (Cortesía Netflix)

Entrevisté a Spinetta dos veces: una, en 1982. La otra, en los ’90s en Los Ángeles, luego de actuaciones dos días seguidos en el Wadsworth Theater de UCLA y en el extinto Coconut Teaszer de Hollywood (este último, uno de los mejores conciertos que vi en mi vida; ojalá alguien tenga algún video). Físicamente, Kartun se parece a Spinetta solamente por el pelo, lo flaco, la altura y lo blanco del ojo. Pero en sus movimientos y la manera de hablar, Kartún ES Spinetta.

Micaela Riera como Fabiana Cantilo. (Cortesía Netflix)

Solamente hablé con Fabi dos veces: una por teléfono (ella en Buenos Aires, yo en Los Ángeles), y otra en persona en L.A. No recuerdo si había venido con Spinetta o Charly en los ’90s. Lo que sí recuerdo es que, por teléfono, me recordó que “A punto de caer” (incluida en Cómo conseguir chicas) fue co-escrita entre ella y Charly y no me dejó pasar una; y, en persona, me la encontré en un pasillo del Wadsworth y le pregunté algo, dando muchas vueltas, me miró a los ojos como para fulminarme y me dijo: “¡¡¡QUÉEEE!!! ¡¡¡¡Apurate, preguntá de una vez!!!!” Cuando finalmente le hice la pregunta, siguió de largo y no me dio más bola. Esa “Fabiana” interpretada por Micaela Riera es exactamente como yo recuerdo e imagino a Fabi, la gran voz femenina del rock argentino.

Iván Hochman como Fito Páez. Brillante sobre el mic. (Cortesía Netflix)

Hochman está brillante como Fito, pero mención especial al uruguayo Agustín Britos, quien interpreta a la perfección las canciones de Fito en la serie.

En conclusión: más allá de algunas críticas de Fabi Cantilo (las cuales ya aclaró), de dudosas licencias creativas (Charly ve por televisión a Fito y su banda tocando mientras suena “Encuentro con el diablo“, que es una canción de Serú Girán cantada por David Lebón y, obviamente, en la tele Fito debe estar tocando otra cosa) y cosas raras (en los créditos finales, una foto de Fito y amigos fue editada y eliminó a León Gieco de la imagen original), la serie fue un merecido exitazo que se salvó de las críticas despiadadas sufridas por Rompan Todo (críticas que, en su inmensa mayoría, no comparto). Debería ser asignatura obligada para cualquier persona interesada en saber más no solamente sobre Fito Páez, sino sobre un momento clave de toda la historia del rock argentino. Véanla y me cuentan.

Ya que estamos, le pido a los dioses rockeros que nos regalen por lo menos dos series más, preferiblemente con el mismo equipo de El amor después del amor (los directores Felipe Gómez Aparicio y Gonzalo Tobal, más los colaboradores que ellos quieran): una de Charly que incluya a Sui, La Máquina y Serú, y otra de Soda y/o Cerati. Fuck it: add Spinetta con Almendra, Pescado, Invisible y Jade to the mix.

¿Es mucho pedir?

Discos de/con Fito que tenés que escuchar para disfrutar aún más de la serie

Juan Carlos Baglietto, Tiempos difíciles (1982). Cinco de las 10 canciones fueron escritas o co-escritas por Fito. ***1/2

Del ’63 (1984). Uno de los mejores debuts solistas de la historia del rock argentino. Bah, de todo el rock en español. ***1/2

Giros (’85). Aun más poderoso que el anterior, este disco está lleno de himnos maravillosos como “Giros“, “11 y 6” y “Cable a tierra“. ****

Fito Páez y Luis Alberto Spinetta, La la la (1986). La calma antes de la tormenta. ***

Ciudad de pobres corazones (1987). Una explosión tétrica que te pone los pelos de punta. Fito dando rienda suelta a todo su dolor, sin olvidarse de la belleza. Para escuchar de punta a punta, non-stop. ****

Ey! (1988). Otro giro sonoro de Fito. Una pequeña lucecita al final del túnel, pero la cosa todavía estaba brava. ***1/2

Tercer Mundo (1990). Hágase la luz. El éxito inesperado cuando más lo necesitaba. ****

El amor después del amor (1992). EL disco de Fito. Paren de leer y escuchen. *****

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